El viernes 4 de Octubre a las 18:00 h. nos recibe nuestro Cardenal Julián Herranz Casado en la Basílica de San Eugenio que tiene designada por el Papa como "Cardenal presbítero pro hac vice".
Uno a uno fue saludando a cada uno de los hermanos de la Vera Cruz y familiares.
Sus palabras sobre el Amor de Dios por cada uno de nosotros nos llegaron a lo más interno de nuestros sentimientos y emociones "alma".
Su Eminencia nos relató algunos momentos de charlas con el Papa Juan Pablo II y con el Papa Francisco, como la parábola del "borriquito" a la que el Papa Francisco le prestaba tanta atención que retrasó la audiencia que le estaba esperando. También la conversación con un Consul de un país árabe que le discrepó sobre Dios nuestro Padre. Todos estábamos tan expectantes a todos lo que nos decía que se pasó una hora rápidamente.
Nos dimos cuenta de la persona tan inteligente y llena de gracia de Dios que es nuestro Cardenal Julian Herranz, al servicio del Papa del que nos pidió que rezáramos mucho por el.
En agradecimiento a su Eminencia por los trámites realizados sobre el Lignum Crucis y la donación de la Cruz Pectoral que envió la pasada cuaresma a nuestro Cristo de la Vera Cruz, esta Hermandad le hizo entrega de una corona natural de nuestro Nazareno, recibiendo este regalo con mucha alegría y comunicándole a su secretario Don David Lazaro que el cuadro debía colocarlo en el mejor lugar de su estancia personal.
Como no podía faltar el aceite de oliva virgen de Baena, se les regaló una botella a su Eminencia y otra a su Secretario Don David, quedando muy agradecidos por haberles llevado el oro liquido del pueblo natal del Cardenal.
Sorpresa para todos, cuando al finalizar la audiencia su Eminencia el Cardenal nos comunicó que en agradecimiento a nuestra visita nos iba a regalar un rosario bendecido por el Papa Francisco, el cual quiso entregarlo en mano uno por uno. Otro momento que estará siempre en nuestros corazones.
No faltaron las fotografías para el recuerdo de este encuentro,
Por último acompañamos todos al Cardenal hasta la salida de la Basílica despidiéndonos y agradeciéndole la atención tan importante que había tenido con este grupo de peregrinos de la Vera Cruz.
